Tratamiento
A fin de tratar la insuficiencia renal crónica, primero ha de tratarse la enfermedad subyacente, si es posible. Además, el tratamiento de la NC tiene por objeto ralentizar la progresión de la enfermedad mediante diversas medidas:
● Normalización de la presión arterial: el ejercicio, una dieta equilibrada con reducción del peso y el uso de antihipertensivos podrían formar parte de una estrategia polifacética para mantener controlada la presión arterial.
● Control de la glucemia en la diabetes: cambios en la dieta, ejercicio y medicamentos para reducir el nivel de azúcar en la sangre.
● Dieta nutricional: Los pacientes con NC deben consultar a un especialista en dietética. Una dieta baja en sal y fosfato sin proteínas excesivas es un componente fundamental del tratamiento general de todos los pacientes con NC.
● Peso corporal: El mantenimiento de un peso saludable es importante para su salud general. Si está adelgazando sin siquiera intentarlo, es posible que no esté recibiendo la nutrición adecuada para mantenerse sano. Su dietista puede indicarle cómo añadir calorías adicionales a su dieta de manera segura, en caso necesario.
Por otro lado, si está engordando mucho poco a poco, es posible que deba reducir las calorías e incrementar su nivel de actividad. Un aumento de peso repentino también puede suponer un problema. Si se acompaña de hinchazón, dificultad para respirar y aumento de la presión arterial, puede ser un signo de exceso de líquido en el organismo. Hable con su médico si cambia su peso de manera perceptible.
● Dejar de fumar: hable con su médico sobre el apoyo disponible para ayudarle a dejar de fumar.
● Administración de fármacos hipocolesterolemiantes en caso de niveles altos de colesterol⁶.
● Evitación de los fármacos que dañan el riñón (por ejemplo, algunos antiinflamatorios no esteroideos o medios de contraste).
Es importante que los pacientes con NC sean examinados y seguidos periódicamente por un nefrólogo (especialista en el riñón), especialmente cuando la enfermedad es difícil de controlar, no responde bien al tratamiento o progresa a pesar del tratamiento. El nefrólogo también debe hacer un seguimiento de la NC de causa hereditaria.
Asimismo, han de tratarse las posibles complicaciones de la NC, como la anemia y los trastornos óseos o del metabolismo acidobásico.
Dado que los pacientes con NC corren un mayor riesgo de infecciones, han de tener una protección vacunal adecuada frente a enfermedades como la gripe y otras. Consulte a su médico las vacunas que se recomiendan en su caso.
El estadio avanzado de la NC se manifiesta con un deterioro importante del estado general del paciente, que se acompaña de síntomas tales como náuseas y vómitos. En este estadio, los riñones casi han dejado de funcionar y es necesario realizar artificialmente las funciones de filtración que ya no son capaces de desempeñar. Esto es lo que se denomina tratamiento de sustitución renal o diálisis. El paciente debe conectarse a una serie de máquinas y filtros artificiales que llevan a cabo la purificación de la sangre y eliminan los desechos tóxicos.
¿Qué es la diálisis?
La diálisis, también conocida como «tratamiento de sustitución renal», es necesaria cuando la NC ha progresado hasta el punto de que los riñones ya no pueden realizar sus tareas normales.
La diálisis se encarga de las siguientes tareas importantes de los riñones:
Excreción de sustancias tóxicas
Excreción de agua
Corrección del balance de electrólitos y del pH
Pueden utilizarse los dos métodos de diálisis siguientes:
● Hemodiálisis.
● Diálisis peritoneal.
En la hemodiálisis se utiliza una máquina de diálisis en un centro de diálisis para limpiar externamente la sangre del paciente. En la diálisis peritoneal, la sangre se limpia dentro del abdomen en un espacio llamado peritoneo y puede llevarse a cabo en el domicilio.
El principio básico es similar en ambos métodos de diálisis. La sangre fluye a lo largo de una membrana semipermeable que actúa a modo de filtro y el líquido de diálisis elimina las sustancias de desecho, de forma similar a lo que hacen los riñones sanos.
Durante la diálisis se eliminan sustancias tóxicas de la sangre y se suministran sustancias de las que carece el organismo.
Los riñones sanos filtran las 24 horas del día. La diálisis tiene que hacer este trabajo en mucho menos tiempo y a veces no se pueden eliminar todas las sustancias tóxicas durante este tiempo. Por eso es tan importante la dieta y prestar atención al aporte de líquidos cuando el paciente está en diálisis.
¿Cuándo necesita diálisis un paciente con NC?
La diálisis debe iniciarse cuando los pacientes con NC avanzada manifiestan síntomas de lo que se denomina «intoxicación urinaria» o «uremia». Estos síntomas suelen aparecer cuando la FGe desciende por debajo de 5-10 ml/min/1,73 m² y pueden consistir en náuseas, vómitos, prurito y confusión.
También es necesaria la diálisis cuando no puede tratarse debidamente la hipertensión arterial, la sobrehidratación del organismo o la composición electrolítica de la sangre.
En los pacientes con insuficiencia renal terminal (es decir, permanente), otra opción para recuperar la función renal consiste en el trasplante de riñón.
Preparación para la hemodiálisis: acceso vascular
La hemodiálisis requiere extraer sangre del paciente y devolvérsela con mucha frecuencia. La sangre atraviesa la máquina de diálisis, que la limpia, y la sangre limpia se devuelve al paciente. Para que esto sea posible se necesita un acceso vascular especial. Este acceso se denomina «cortocircuito», una conexión creada quirúrgicamente entre una vena y una arteria, habitualmente en el antebrazo.
¿Cuánto dura la hemodiálisis?
Como norma general, la hemodiálisis se lleva a cabo en un centro especializado en diálisis 3 veces por semana. En cada visita, el paciente se conecta a una máquina de diálisis durante 4‑5 horas.
No obstante, es importante aclarar que la frecuencia con que se realiza la diálisis y la duración de las sesiones varían y dependen, entre otras cosas, de la función renal residual y la altura del paciente.
A algunos pacientes se les pueden ofrecer opciones de hemodiálisis domiciliaria, de modo que se les enseña a ellos y a sus cuidadores a realizar los tratamientos de forma segura con una máquina de diálisis en casa.
La diálisis peritoneal, que puede efectuarse en el domicilio, puede ser una alternativa para los pacientes adecuados. Pídale a su médico que le aclare la forma de diálisis más conveniente en su caso.
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