La NC es resultado de una o más enfermedades o afecciones que alteran la función de los riñones.
Las dos causas principales de NC son la diabetes (hasta el 40 % en algunas regiones) y la hipertensión arterial (25 %). [1]
Otros factores, como las enfermedades del sistema inmunitario y algunas enfermedades genéticas hereditarias, también pueden contribuir a la NC.
Existen varias enfermedades que pueden causar NC. Algunas de ellas son: | |
Diabetes mellitus | Un nivel sistemáticamente alto de azúcar en la sangre daña los pequeños vasos sanguíneos de los corpúsculos renales ("nefropatía diabética"). |
Hipertensión arterial | Una presión sistemáticamente elevada en los vasos puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones y el tejido renal ("nefropatía hipertensiva vascular"). |
Glomerulonefritis | Este término abarca diversas enfermedades que se asocian a una inflamación de los corpúsculos (glomérulos) renales, es decir, los "vasos sanguíneos filtrantes". |
Nefritis tubulointersticial | Esta enfermedad provoca un daño inflamatorio de los túbulos urinarios y el espacio que los rodea, de forma secundaria a ciertos medicamentos o trastornos metabólicos. |
Riñones poliquísticos | Este trastorno genético da lugar a la formación de cavidades llenas de líquido (quistes) en los riñones, que ejercen presión sobre el resto del tejido renal y, en consecuencia, limitan la función renal. |
Entre los factores de riesgo de NC figuran:
● Antecedentes familiares de nefropatía, diabetes o hipertensión arterial.
● Obesidad.
● Antecedentes de cálculos renales.
● Edad superior a 60 años.
● Raza/origen étnico: las personas de ascendencia africana, oriental y latina/hispana tienen más probabilidades de sufrir una nefropatía.